Corremos.
Trabajamos.
Comemos.
Seguimos trabajando.
Escuchamos poco. Contamos más.
Buscamos.
Deseamos cosas.
Soñamos despiertos.
Seguimos corriendo y comiendo.
Trabajamos todavía más.
Hablamos poco. Nos leemos más.
Buscamos lo rápido. Lo fácil. Al momento. Ya.
Desesperamos.
Respiramos. Nos resignamos.
Dormimos poco. Otra vez.
A veces, disfrutamos cada momento.
A veces, solo queremos parar.
Rueda la rueda de la semana: siguiente día.
Seguimos corriendo, trabajando y comiendo.
Deseamos más cosas.
Buscamos lo divertido. La risa fácil.
Conocemos muy poco a los demás.
Opinamos mucho. Sabemos muy poco de casi todo.
Dormimos un poco menos. Trabajamos un poco más.
Rueda la rueda, otro día más.
No tenemos mucho tiempo para nosotros.
Seguimos trabajando.
Nos cuidamos y cuidamos a los demás.
A veces, comemos peor.
A veces, cocinamos mejor.
Seguimos deseando cosas que no llegan.
Desesperamos.
Respiramos.
Nos centramos y disfrutamos con lo que hacemos.
Nos cuidamos nuevamente.
Soñamos con las vacaciones.
Paramos: fin de semana.
Apartamos un poco la omnipresente tecnología.
Tenemos nuestros momentos para nosotros.
Aprendemos cosas nuevas.
Miramos a los ojos: nos abrazamos.
Nos escuchamos.
Reímos mucho. Nos queremos más.
Lunes. Vuelta a empezar:
Rueda la rueda, rodará.
© Jugadora1.