Existe una maldición que se podría llamar “La maldición de los detallistas”. Los detallistas, si naces con el personaje como parte de ti, son esas personas que disfrutan con los detalles y, especialmente, teniéndolos hacia los demás.
Da igual si el mundo en el que vivimos no parece valorar esta cualidad por encima del atractivo descaro, la belleza corpórea o el carisma apabullante de los extrovertidos. Da igual porque los detallistas nunca, nunca, nunca, aprenden. Aprendemos.
Se atienen a aquello, también cierto, de que lo importante es dar sin esperar nada a cambio, por el mero placer de dar. Y es verdad, nos gusta dar.
Pero todos, sin excepción, han experimentado ese regusto amargo cuando regalas algo, llamas para preguntar por alguien, envías un wasap o mandas una tarjeta, una sorpresa y tú.. Poco.. o…Nada. Gracias, muchísimas gracias, me hace mucha ilusión, eres maravilloso/a.
Pero llega tu cumpleaños y esa amiga a la que mandaste flores ni te felicitó o se acordó dos semanas más tarde; o ese amigo al que mandaste un Christmas, que ignora completamente que pasaste algunos días mirando el buzón por si encontrabas uno de vuelta.. Sin éxito.
Porque todo el mundo tiene muchas cosas que hacer, y no fue por maldad ni por egoismo siquiera, fue una mezcla de olvido y de entrar en la Rueda. Esa Rueda de la rutina diaria que se come nuestro tiempo y, con él, nuestras mejores intenciones.
Ellos se recuerdan que tienen que contestarte, que felicitarte, que darte las gracias.. Y tú te prometes que no serás tan pardillo la próxima vez.
Pero pasa el tiempo y te apetece. Se te olvidan los sinsabores y recobras la ilusión por la sorpresa, el lazo, la tarjeta, la cara que pondrá al verlo.. el detalle.
Y el engranaje de la maldición se pone en marcha y retoma su camino de ida y vuelta. Menos 20 puntos por detallista. Elige otra carta.
© Jugadora1.
Me encanta!! Yo tuve a una persona así de maravillosa al lado y en su momento no lo valoré, pero gracias a él yo me convertí en una de las vuestras,aunque no me sale ni siempre ni tan bien cómo los que lo sois de forma innata..mil gracias por tus palabras
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Gracias a ti!! Cada vez somos más los que valoramos los detalles y vemos la vida de otra manera ^_^
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Totalmente identificada con tu trabajo, enhorabuena
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Me confieso de esos detalles… A veces me imaginó que quien los recibe le parecen hasta cursi… Pero bueno, así me gusta ser.
Y tienes razón, a veces uno se esmera tanto y luego recibe un simple ok (cuando mucho)
Pero, ya he aprendido… Ya no espero nada, simplemente doy y ya….
Abrazos y sigamos el juego (a ver si aprendo).
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Un abrazo, sigamos jugando y dando lo mejor!
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Lo cierto es que he vivido las dos caras de la moneda y ahora que cada vez intento ser más detallista me doy cuenta de que es difícil encontrar personas que lo valoren tanto como uno mismo.
Creo que la esencia está en dar sin esperar recibir, la mayor recompensa no es el feedback sino el tiempo que inviertes en el otro.
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Joder, tia, mi pan de cada dia. Por poner un ejemplo, la celebración de mi cumpleaños. Siempre llamo a todo el mundo, y me encanta asistir a los cumples de mis amigos, de los hijos de mis amigos, etc. Cuando llega el mio, siempre muero de ganas por montar una cena/fiesta/quedada o lo que sea. Nadie viene. Todo el mundo está ocupado, no puede, se va de viaje ese gin de semana o cualquier excusa. Todos los años me repito que nunca más lo celebraré y al año siguiente, la misma ilusión, la misma cantinela y la misma desilusión. Amigos nuevos? Lo vuelvo a intentar, pero nada de nada. Que no hay manera. Y la vida sigue, y yo nunca tendré un cumpleaños como el que me gustaría.
Me ha encantado, aunque me he puesto triste porque me he sentido muy identificada.
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